Mi pasión por el vino comenzó hace unos 12 años, cuando participé por primera vez en el paseo gastronómico y enológico «Ciacolando» (Charlando), que se celebra cada año en mayo en las colinas de Breganze. Poder degustar vinos de nuestras bodegas locales, maridados con platos tradicionales, despertó mi curiosidad por aprender más sobre el fascinante mundo de la gastronomía local y todo lo que tiene que ver con el vino, desde la cepa hasta la copa. Por esta razón, he asistido a varios cursos desde 2015, convirtiéndome en sumiller y experto catador de vinos en 2018.
Lo más fascinante
de este mundo es cuando, al recomendar un vino a personas que tienen curiosidad
por saber qué están bebiendo, tienes la oportunidad de contarles la historia de
ese vino, de esa bodega, de ese territorio.
El vino que recomiendo para las fiestas, para acompañar los varios dulces navideños, es un vino espumoso y concretamente un Valdobbiadene Superiore di Cartizze DOCG Dry. Este vino es la máxima expresión de un territorio, el de las colinas que rodean a Valdobbiadene, que debe ser protegido y que encierra en sus perfumes y en su sencillez el trabajo realizado por los viticultores que han conservado como un oráculo la colina de Cartizze, el lugar donde la uva Glera se expresa mejor.
Felices fiestas a
todos
¡Salud!