Para Benincà, el acercamiento al diseño y al estudio de las formas comienza en 2003 como un proceso integral en el que participaron tanto el departamento de investigación y desarrollo como el de marketing comercial. El objetivo de aquellos años, como explica Claudio Galván, era emprender un camino casi introspectivo hacia la búsqueda de una fuerte identidad que permitiera a Benincà establecerse como una marca internacional. El abordaje de este cambio fue gradual, pero decidido. "Todavía recuerdo cuando entré por primera vez en el despacho del Sr. Aldo Benincà", explica Claudio Galván, diseñador y arquitecto que trabaja en la empresa desde principios de la década de 2000. "El estilo era refinado y clásico. La elección de nuevos colores para reforzar la identidad profesional y el sólido arraigo de la empresa requirió un cambio de dirección que no fue fácil". "La capacidad de los hermanos Benincà para aprovechar la oportunidad del cambio y aceptar el reto fue asombrosa no sólo a nivel de empresa, sino también a nivel humano", continúa Claudio. "Aún recuerdo cuando Aldo Benincà me preguntó si estaba seguro de lo que estábamos haciendo; en ese momento me di cuenta de que confiaba en mí y creía en ese cambio". Hoy en día, la empresa ha seguido manteniendo progresivamente ese nivel de investigación y estudio tanto para las líneas de productos como para la creación y definición de nuevos espacios internos de socialización y recepción.
Recientemente se ha concebido el área "food&living" con el restaurante 1979 y la renovación completa de la zona de oficinas y recepción, todo ello con el objetivo de mostrar cada vez con mayor intensidad la evidencia de la trayectoria del grupo que hace que la marca Benincà sea hoy sinónimo de profesionalidad e innovación.